Es el cuarto álbum de estudio el músico británico David Gilmour, programado para ser publicado el 18 de septiembre de 2015.1 2 El lanzamiento del álbum será seguido de una corta gira por Europa entre septiembre y octubre de 2015, continuando por primera vez en América del Sur visitando Brasil, Argentina y Chile en Diciembre y posteriormente Norteamérica entre marzo y abril de 2016. El diseño de portada de Rattle That Lock fue creado por Dave Stansbie bajo la dirección de Aubrey Powell, quien ha trabajado con Gilmour y Pink Floyd desde finales de la década de 1960.
Released on: 2015-10-02
Associated Performer, Composer, Engineer, Guitar, Keyboards, Lyricist, Mixing Engineer, Organ, Producer, Vocal: David Gilmour / 大衛吉爾摩
Composer, Lyricist: Polly Samson
Composer, Lyricist: Michaël Boumendil
Drums, Percussion, Vocal: Steve DiStanislao
Bass, Other, Vocal: Yaron Stavi
Bass: Guy Pratt
Keyboards, Organ, Producer: Phil Manzanera
Percussion: Danny Cummings
Vocal: Mica Paris
Vocal: Louise Marshall
Vocal: The Liberty Choir
Other: MJ Paranzino
Engineer, Mixing Engineer: Andy Jackson / Andy Jackson
Assistant Engineer: Damon Iddins
Assistant Engineer: Mike Boddy
Assistant Engineer: Andrés Mesa
Engineer: Kevin Madigan
Mastering Engineer: James Guthrie
Mastering Engineer: Joel Plante
DAVID GILMOUR HABLANDO SOBRE EL "RATTLE THAT LOCK"
Es el guardián de un nombre clave en la historia de la música, el hombre que el año pasado resucitó al grupo más importante del rock progresivo para honrar a su ex compañero Rick Wright (1943-2008) y el guitarrista que ahora regresa con 'Rattle That Lock' (Sony), su cuarto disco en solitario. Un proyecto que tuvo que aparcar para ultimar 'The Endless River', el punto y final de la carrera de Pink Floyd. Pero a pesar de las muertes, de los cierres de etapas y del inexorable paso del tiempo (tiene ya 69 años), David Gilmour quiere seguir luchando por combatir la injusticia en el mundo y por lanzar un mensaje vitalista: "Aprovecha el momento".
"Realmente no podría decir si éste es el disco más atrevido de mi carrera; tendría que decirlo otro. Es un poco más alegre que el último, desde luego. Eso puede que tenga que ver con el entorno de mi vida. Actualmente vivo en Brighton, donde hay mucha actividad, mucha gente y mucha vida, al contrario de cuando mi existencia era rural, cuando publiqué 'On an island'. Todas estas cosas pueden tener una gran influencia en la manera en la que sale la música, pero no hay un movimiento consciente en esa dirección. No hice el esfuerzo de incluir canciones de ritmo más rápido, aunque sí son un poco más alegres de lo que acostumbra a ser mi estilo". David Gilmour habla así de su primer disco en nueve años, cuyo proceso de grabación tuvo que interrumpir para lanzar, en 2014, 'The Endless River', el álbum de despedida de Pink Floyd y homenaje al teclista Rick Wright.
"Apartar este álbum y continuar con 'The Endless River'... Hubo un momento inicial de irritación porque tuve que parar lo que estaba haciendo, algo en lo que estaba muy centrado y disfrutaba mucho, pero en pocos días estaba totalmente concentrado otra vez, pensando en lo que tenía que hacer y metido completamente en una nueva estructura mental. Estos cambios de foco suceden a veces en la vida y simplemente tienes que seguir adelante. No se trata de deshacerse completamente de un mundo y entrar en otro; sencillamente, sigo adelante".
"Lo de trabajar sin Rick...", medita Gilmour. "Él está constantemente mirándome sobre el hombro y yo estoy constantemente pensando qué tenemos que añadir a esa canción en particular. Darte cuenta de que no tienes a la persona que te gustaría tocando el piano o el órgano o lo que sea, o teniendo que pensar en otra gente o en hacerlo tú mismo... Esta vez yo me he encargado de una gran parte y ese proceso es mucho más fácil hoy en día, gracias a la moderna tecnología de estudio, haciendo trampas y haciéndolo todo tú solo. Pero es una gran tristeza, y el pensamiento de cuánto podría haber ayudado él en esto está siempre ahí".
En cuanto al legado de Pink Floyd, "no es algo consciente. Es parte de mí, es parte de ese sonido y ése es el sonido que me gusta. Obviamente, existe una gran influencia, pero no hay un respeto extremo a cómo debe ser una idea, o si debe ser diferente de Pink Floyd; simplemente me gusta trabajar en lo que llegue y suene bien. Realmente no soy consciente de que la gente escuche y haga comparaciones. Yo no las hago".
Hay un tema que recorre todo el disco y es "aprovecha el momento", explica Gilmour. "Es una narración de un día y las cosas que podrías estar haciendo o que podrías estar pensando a lo largo del día. Se trata de una temática amplia, pero realmente te ayuda a centrarte en lo que estás intentando conseguir y darle un hilo conductor. Es difícil decir si en realidad soy yo, porque la mayor parte de las canciones, de las letras, fueron escritas por Polly [Samson, su esposa y colaboradora] y no somos una sola persona; somos dos seres humanos y ella ha sido más libre en este disco en cuanto a la composición de las canciones que en discos anteriores, cuando creía que debía intentar descifrar lo que yo estaba pensando y convertirse en ti de alguna manera . Estamos de acuerdo en un gran porcentaje de lo que hacemos, así que no resulta muy difícil".
De Polly fue la idea de la canción que da título al disco: "Ella es una entusiasta de 'Paradise Lost' de John Milton y de hecho ese entusiasmo ha contagiado su libro, 'The Kindness', que acaba de publicar recientemente y ha influenciado esta canción a la vez que es una canción contra la apatía; trata de luchar contra lo que crees que está mal en este mundo en el que vivimos cada vez más controlado por los gobiernos, y en el que tenemos cada vez menos libertades. Trata de lo bien que te sentirías si pudieras rebelarte contra estas cosas, alcances o no tus objetivos". Más que una vena anti-stablishment, Gilmour dice tener "una vena anti-injusticia".
Producido por su amigo y colaborador Phil Manzanera (Roxy Music), 'Rattle that lock' cuenta con la colaboración de David Crosby y Graham Nash en 'A boat lies waiting'. "Son viejos amigos míos. Conozco a Graham desde que estaba en The Hollies; siempre han grabado en Abbey Road Studios a finales de los 60, antes de irse a EEUU. A través de él conocí a David y hemos sido amigos desde entonces. Ambos cantaron en mi álbum 'On an Island' en 2006 y sus voces suenan muy bien juntas. También cantaron conmigo en la gira, así que el paso siguiente era invitarlos a cantar en el tema, que fue creado con una sección de armonía de tres partes que abarca toda la canción. Son fuerzas vivas y sus voces suenan muy bien juntas".
Released on: 2015-10-02
Associated Performer, Composer, Engineer, Guitar, Keyboards, Lyricist, Mixing Engineer, Organ, Producer, Vocal: David Gilmour / 大衛吉爾摩
Composer, Lyricist: Polly Samson
Composer, Lyricist: Michaël Boumendil
Drums, Percussion, Vocal: Steve DiStanislao
Bass, Other, Vocal: Yaron Stavi
Bass: Guy Pratt
Keyboards, Organ, Producer: Phil Manzanera
Percussion: Danny Cummings
Vocal: Mica Paris
Vocal: Louise Marshall
Vocal: The Liberty Choir
Other: MJ Paranzino
Engineer, Mixing Engineer: Andy Jackson / Andy Jackson
Assistant Engineer: Damon Iddins
Assistant Engineer: Mike Boddy
Assistant Engineer: Andrés Mesa
Engineer: Kevin Madigan
Mastering Engineer: James Guthrie
Mastering Engineer: Joel Plante
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DAVID GILMOUR HABLANDO SOBRE EL "RATTLE THAT LOCK"
Es el guardián de un nombre clave en la historia de la música, el hombre que el año pasado resucitó al grupo más importante del rock progresivo para honrar a su ex compañero Rick Wright (1943-2008) y el guitarrista que ahora regresa con 'Rattle That Lock' (Sony), su cuarto disco en solitario. Un proyecto que tuvo que aparcar para ultimar 'The Endless River', el punto y final de la carrera de Pink Floyd. Pero a pesar de las muertes, de los cierres de etapas y del inexorable paso del tiempo (tiene ya 69 años), David Gilmour quiere seguir luchando por combatir la injusticia en el mundo y por lanzar un mensaje vitalista: "Aprovecha el momento".
"Realmente no podría decir si éste es el disco más atrevido de mi carrera; tendría que decirlo otro. Es un poco más alegre que el último, desde luego. Eso puede que tenga que ver con el entorno de mi vida. Actualmente vivo en Brighton, donde hay mucha actividad, mucha gente y mucha vida, al contrario de cuando mi existencia era rural, cuando publiqué 'On an island'. Todas estas cosas pueden tener una gran influencia en la manera en la que sale la música, pero no hay un movimiento consciente en esa dirección. No hice el esfuerzo de incluir canciones de ritmo más rápido, aunque sí son un poco más alegres de lo que acostumbra a ser mi estilo". David Gilmour habla así de su primer disco en nueve años, cuyo proceso de grabación tuvo que interrumpir para lanzar, en 2014, 'The Endless River', el álbum de despedida de Pink Floyd y homenaje al teclista Rick Wright.
"Apartar este álbum y continuar con 'The Endless River'... Hubo un momento inicial de irritación porque tuve que parar lo que estaba haciendo, algo en lo que estaba muy centrado y disfrutaba mucho, pero en pocos días estaba totalmente concentrado otra vez, pensando en lo que tenía que hacer y metido completamente en una nueva estructura mental. Estos cambios de foco suceden a veces en la vida y simplemente tienes que seguir adelante. No se trata de deshacerse completamente de un mundo y entrar en otro; sencillamente, sigo adelante".
"Lo de trabajar sin Rick...", medita Gilmour. "Él está constantemente mirándome sobre el hombro y yo estoy constantemente pensando qué tenemos que añadir a esa canción en particular. Darte cuenta de que no tienes a la persona que te gustaría tocando el piano o el órgano o lo que sea, o teniendo que pensar en otra gente o en hacerlo tú mismo... Esta vez yo me he encargado de una gran parte y ese proceso es mucho más fácil hoy en día, gracias a la moderna tecnología de estudio, haciendo trampas y haciéndolo todo tú solo. Pero es una gran tristeza, y el pensamiento de cuánto podría haber ayudado él en esto está siempre ahí".
En cuanto al legado de Pink Floyd, "no es algo consciente. Es parte de mí, es parte de ese sonido y ése es el sonido que me gusta. Obviamente, existe una gran influencia, pero no hay un respeto extremo a cómo debe ser una idea, o si debe ser diferente de Pink Floyd; simplemente me gusta trabajar en lo que llegue y suene bien. Realmente no soy consciente de que la gente escuche y haga comparaciones. Yo no las hago".
Hay un tema que recorre todo el disco y es "aprovecha el momento", explica Gilmour. "Es una narración de un día y las cosas que podrías estar haciendo o que podrías estar pensando a lo largo del día. Se trata de una temática amplia, pero realmente te ayuda a centrarte en lo que estás intentando conseguir y darle un hilo conductor. Es difícil decir si en realidad soy yo, porque la mayor parte de las canciones, de las letras, fueron escritas por Polly [Samson, su esposa y colaboradora] y no somos una sola persona; somos dos seres humanos y ella ha sido más libre en este disco en cuanto a la composición de las canciones que en discos anteriores, cuando creía que debía intentar descifrar lo que yo estaba pensando y convertirse en ti de alguna manera . Estamos de acuerdo en un gran porcentaje de lo que hacemos, así que no resulta muy difícil".
De Polly fue la idea de la canción que da título al disco: "Ella es una entusiasta de 'Paradise Lost' de John Milton y de hecho ese entusiasmo ha contagiado su libro, 'The Kindness', que acaba de publicar recientemente y ha influenciado esta canción a la vez que es una canción contra la apatía; trata de luchar contra lo que crees que está mal en este mundo en el que vivimos cada vez más controlado por los gobiernos, y en el que tenemos cada vez menos libertades. Trata de lo bien que te sentirías si pudieras rebelarte contra estas cosas, alcances o no tus objetivos". Más que una vena anti-stablishment, Gilmour dice tener "una vena anti-injusticia".
Producido por su amigo y colaborador Phil Manzanera (Roxy Music), 'Rattle that lock' cuenta con la colaboración de David Crosby y Graham Nash en 'A boat lies waiting'. "Son viejos amigos míos. Conozco a Graham desde que estaba en The Hollies; siempre han grabado en Abbey Road Studios a finales de los 60, antes de irse a EEUU. A través de él conocí a David y hemos sido amigos desde entonces. Ambos cantaron en mi álbum 'On an Island' en 2006 y sus voces suenan muy bien juntas. También cantaron conmigo en la gira, así que el paso siguiente era invitarlos a cantar en el tema, que fue creado con una sección de armonía de tres partes que abarca toda la canción. Son fuerzas vivas y sus voces suenan muy bien juntas".